Según los últimos estudios, la obesidad infantil crece en el mundo desarrollado a niveles alarmantes. Uno de cada cuatro niños es obeso y el patrón de actividad física diaria se ha reducido hasta el punto de que el 50% de los niños no hacen la actividad física diaria recomendada. Los hábitos de conducta cada vez más sedentarios, junto a la mala alimentación, hacen que las probabilidades de que los diagnósticos de obesidad infantil sigan aumentando. Para evitar esta situación lo más recomendable es practicar deporte. ¿Pero cuál es el más adecuado para evitar este problema? La natación. Sigue leyendo